sábado, 20 de diciembre de 2014

Poesía del siglo XVII - Poesía Anacreóntica

En la poesía de la primera mitad del siglo se sigue con la lírica barroca. El ideal de Luzán que expone en su Poética triunfa a partir de mediados de siglo en la que sus ideas sobre poesía se verás como el ideal estético, equilibrado y correcto. A partir de mediados de siglo se impone la poesía neoclásica a la barroca.

Fábulas: Samaniego (1745-1801) y de Iriarte (1750-1791)

Samaniego fue un escritor profundo conocedor del pensamiento ilustrado que destacó por sus fábulas con moraleja y función didáctica. Estas son similares a las de Esopo y suponen una vuelta al clasicismo. En Fábulas morales ridiculiza los defectos humanos como la hipocresía o el orgullo. Fábulas suyas son La cigarra y la hormiga y La lechera.
Iriarte fue un escritor neoclásico. En Fábulas literarias presenta mayor variedad métrica. Trata temas como la conveniencia de estudiar a los autores clásicos y de unir lo estético con lo útil.

Poesía anacreóntica

Esta poesía recibe este nombre por Anacreonte, poeta griego que destacó por su poesía pastoril. La poesía anacreóntica son te tema amoroso, en ambientes bucólicos, en los que la mujer y los placeres de la vida son exaltados.

Jovellanos (1744-1811) y Meléndez Valdés (1754-1817)



En el siglo XVIII, Meléndez Valdés fue el poeta por excelencia. Fue el protegido de Jovellanos. Jovellanos escribió en La epístola primera una invitación a los poetas de la época a abandonar la poesía amorosa y dedicarse a una filosófica o moral. Jovellanos también escribió poesía sobre los temas recurrentes de la Ilustración como los vicios de la clase alta. La poesía de Meléndez Valdés fue poesía anacreóntica, filosófica y social en la que destacó la sátira que critica los malos ejemplos de la sociedad. También se queja de la nobleza hereditaria. Defiende una nobleza culta y dice que para ser culto necesita viajar. Ejemplos de esta poesía son la epístola El filósofo en el campo. Dio los primeros pasos en el prerromanticismo con la elegía moral A Jovino el melancólico.


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