Tema
El
acto X se abre con un monólogo de Melibea en el que muestra su amor hacia
Calisto y su sufrimiento por no poder mostrarlo en público debido a su
condición de mujer. En este monólogo se dirige a su criada, a Dios y al género
femíneo.
Estructura
El
monólogo tiene una estructura interna de tres partes. Esta división es debida a
las distintas invocaciones que hace Fernando de Rojas a lo largo del monólogo.
En la primera parte Melibea trata sobre qué pasos tomaren relación a su amor
hacia Calisto. Melibea baraja dos opciones corresponderle ahora o esperar
teniendo en cuenta que más adelante podrían cambiar los intereses amorosos de
Calisto y no ser correspondida. La primera parte, líneas 1-6, se acaba cuando
Melibea invoca a su criada, Lucrecia. La segunda parte, desde la línea 6 a la
10, corresponde con los versos en los cuales Melibea se dirige a Lucrecia
preguntándose sobre cuál será la visión de su criada sobre sus inminentes
decisiones. La tercera parte empieza con una invocación a Dios y más adelante,
línea 15, aparece otra invocación, esta vez al género femíneo. Melibea trata a
Dios como un ser superior que su principal función es realizar favores. En la
invocación al género femíneo expresa su malestar con la condición de la mujer y
no poder declarar pública y abiertamente su amor.
Rasgos lingüísticos
Morfológico
En
el monólogo se distinguen varias formas verbales que se suelen corresponden con
las divisiones de su estructura interna. En la primera parte los verbos
principales están en pretérito imperfecto de subjuntivo, fuera y tuviera,
aunque su función es de condicional. En la segunda división las formas verbales
están en futuro de indicativo; dirás, pensarás, habrá barruntado; aunque
realizan una función de subjuntivo. En la tercera parte del monólogo durante la
invocación a Dios los verbos principales se encuentran en presente, suplico,
realizando una función de imperativo ya que está pidiendo a Dios que le conceda
un favor. En la invocación al género femíneo los verbos están en pretérito
perfecto simple, fue, con su misma función.
En
el monólogo hay mucha cantidad de
adjetivos. La mayoría de estos son adjetivos explicativos; fiel criada,
soberano Dios, ardiente amor; con
función retórica. Fernando de Rojas debió de añadirlos con intención de
aportarle función poética al monólogo. Respecto a los adjetivos cabe destacar
uno, infernales. Melibea usa una alusión al infierno durante la
invocación a Dios culpándole de todo lo ocurrido. Acompañando a estos adjetivos
se encuentran diversos sustantivos en su forma culta como femíneo y género.
Sintáctico
La
sintaxis de todo el monólogo es difícil de analizar, está enrevesada, con
multitud de oraciones subordinadas. A lo largo de todo el monólogo hay varias
interjecciones con función apelativa con intención de llamar la atención del
lector.
Léxico-semántico
A
lo largo del monólogo aparecen varios elementos de cohesión como las
interjecciones que son las que ordenan y dan forma a la estructura interna y
sus divisiones. Estas interjecciones dan lugar a un paralelismo en el comienzo
de cada parte.
Interpretación pragmática
Durante este monólogo, Melibea se dirige a tres receptores.
Empieza por lo cercano, su criada Lucrecia. Después se dirige a Dios. Dios es
el centro, así que le coloca en el centro. Su tercer receptor es el género
femenino al que se dirige haciendo una reivindicación.
Conclusión
Por
lo tanto este fragmento de texto que abre el acto X es un monólogo de Melibea
que habla a su criada, a Dios y al género femenino.
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