Momento histórico
El inicio de siglo XVIII marcó un profundo cambio. Hubo una guerra civil y
cambio de dinastía: los Borbones vencen frente a los Austrias. Los Borbones
dividen España en dos bandos, que se están continuamente enfrentando, bajo el
lema Divide y vencerás. Reprime
principalmente a Cataluña.
En política hay diferentes opiniones: los que defienden una monarquía
absoluta, monarquía parlamentaria, una república y la unión a Francia.
En esta época España no produce apenas ya que la agricultura está
arruinada. Esto destruye la economía española y deja sin dinero para tropas.
Durante el siglo XVIII se crea un odio contra los franceses que permanece
hasta nuestros días.
Esto hace que la literatura adopte un espíritu crítico, se rompa con la
tradición latina y se vuelva a la cultura clásica: movimiento neoclasicista.
La ilustración pretende educar apoyándose en el racionalismo y empirismo que
desafían el principio de autoridad apoyando la experimentación frente al
argumento de autoridad individual. Pretenden un cambio en la sociedad y los
diferentes sectores económicos. Los ilustrados entienden el cambio como un
proceso, no como una revolución. El cambio empezaría por la nobleza y las
clases altas. Esto se conoce como despotismo ilustrado. Poco a poco el
conocimiento llegaría a toda la sociedad. Por eso se dice que la ilustración tuvo carácter divulgativo.
Movimientos
Se distinguen tres principales movimientos: el posbarroquismo, el
neoclasicismo y el prerromanticismo.
El posbarroquismo con las características del barroco pero reducidas a un
arte sin contenido ya muy visto. Pervivió hasta mediados de siglo cuando el
neoclasicismo se impuso a este.
El neoclasicismo defiende una vuelta a la enseñanza clásica. Las obras
deben tener un carácter moral y seguir las normas del género que se esté
escribiendo sin ser mezclado. En la poesía adoptan a Garcilaso de la Vega como
principal referente. En el teatro vuelven a las reglas de Aristóteles y sus
tres unidades en el teatro.
El prerromanticismo. Surge a finales del siglo con los conceptos franceses
de fraternidad y humanitarismo, junto con las ideas de Russeau del hombre como
ser bondadoso. Se quejan de una excesiva racionalidad en los otros movimientos.
Sus principales temas son el sentimentalismo, los paisajes nocturnos y las
víctimas de la sociedad. Se tachan de filántropos, amor al ser humano.
Prosa
La prosa del siglo XVIII sigue el modelo bizantino anterior y copias de la
prosa de Cervantes. Un cambio relevante del nuevo siglo será la constitución de
la Real Academia Española 1713 que tenía como objetivo la pureza de la lengua.
Más adelante publicó el Diccionario de Autoridades en torno a 1730.
También se publica una Ortografía (1741) y una Gramática en 1771.
En 1780 se publica Diccionario usual. Estas publicaciones junto con la
aparición de los novatores hacen que la prosa tenga función didáctica y moral.
En la prosa del siglo XVIII hay que diferenciar novelas, ensayos y relatos
de viajes
Relatos de viajes
El siglo XVIII es una etapa en la que se empieza a viajar por Europa y los
ilustrados ven los viajes como parte imprescindible a la hora de ser culto.
Como consecuencia se escribieron muchos relatos de viajes. Los viajes pueden
ser imaginarios o añadir como si fueran un sueño como sucede en Viaje del
Gran Piscator de Torres Villarroel. En los relatos describían el viaje
hasta sociedades y lugares utópicos. Hubo
escritos de Moratín, Jovellanos, Iriarte y Campomanes entre otros.
Ensayo
Género nuevo en España en el siglo XVIII aunque había aparecido en Francia
en siglo XVI. Los ensayos son escritos relativamente breves que no siguen un
orden predeterminado y que expone una opinión de un autor que no necesariamente
comparte el resto de los lectores. Tienen una finalidad moral y pedagógica.
Tratan temas muy variados.
Novatores
Los novatores fueron un grupo español empirista del siglo XVIII que se
interesó por las nuevas ciencias, el empirismo y las lenguas modernas. Los
novatores escribieron ensayos sobre ciencias para terminar con el aristotelismo
y su autoridad individual.
Fray Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764)
Feijoo puede ser considerado ensayista pionero en España. Como
sacerdote, siempre respetó a la iglesia para evitar problemas. Su obra principal
fue El teatro crítico universal, ensayos con variedad de temas cuya
función fue combatir las supersticiones y poner en conocimiento público los
avances del resto de Europa.
Ignacio de Luzán (1702-1754)
Luzán escribió en prosa una guía para reformar la poesía y teatro española
llamada Poética. En ella, adopta la posición de Aristóteles aunque
rechaza su metafísica. En el teatro defiende las tres unidades de tiempo, lugar
y acción, critica la comedia barroca y siembra el inicio del neoclasicismo.
Propone una poesía sencilla sin excesiva elevación ornamental, inspirada en la
moda francesa.
Francisco de Isla (1703-1781)
Fue un novelista y religioso español. Escribió Fray Gerundio de Campazas
en 1760 que es una burla al ridículo espectáculo de los curas con sus discursos
pomposos y poco relacionados con la vida terrenal y diaria. Fue prohibido al
mes. Escribió varios tomos en clandestinidad.
José Cadalso (1741-1782)
Ensayista del siglo XVIII. Fue muy crítico con la sociedad. Se queja del
patriotismo de otra época que decía que lo anterior era bueno por ser viejo y
lo contemporáneo es malo. Aunque sus obras toman un carácter pesimista, él
tenía confianza en el progreso del ser humano. Defendía que para ello debían
copiar a naciones más avanzadas en esos momentos. Murió a los 41 años en
Gibraltar con un tiro en la cabeza después de una guardia.
Montesquieu escribe críticas contra España en sus Cartas persas.
Cadalso responde con Papel en defensa de la Nación Española.
Escribió Los eruditos a la violeta, obra en la que un pedante se
hace pasar por sabio. En ella se queja de la falsa y artificial erudición de
las clases elevadas. En ella aparece un Curso
completo de todas las ciencias, que en siete lecciones te enseña a
aparentar sabiduría.
Su obra más importante fueron las Cartas marruecas, una obra neoclásica.
Es una imitación de las Cartas persas del francés Montesquieu. Es un
ensayo en forma epistolar que representa una correspondencia ficticia entre un
ciudadano marroquí con otros dos marroquíes de fuera de España. En las cartas
critica al pueblo español por ser perezosos, el afán de aparentar, el atraso
tecnológico, el gusto por el lujo sin producir, la moda afrancesada, la moda
barroca…
A finales del siglo XVIII escribió Noches lúgubres, obra
prerromántica que transcurre en un paisaje nocturno e inhóspito. La obra se vio
influida por la muerte de su mujer.
Pedro Rodríguez, Conde de Campomanes (1723-1803)
Pedro Rodríguez en Discurso sobre la educación popular y fomento de los
artesanos propone la formación profesional, que devuelva a los oficios su
dignidad original. Su forma de escribir es luego copiada por Jovellanos.
Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811)
Escribió obras con función didáctica. Piensa que el ocio tiene que servir
para aprender y el teatro usarse como propaganda política. Dedicó mucho
tiempo a pensar soluciones frente a los grandes problemas que tenía el país. En
el Informe en el expediente de la ley agraria habla sobre el progreso
material y los inconvenientes para el desarrollo de la agricultura. En Memoria
para el arreglo de la policía de espectáculos repasa las diferentes formas
de ocio según el pensamiento de la época.
Jovellanos es un partidario de la Constitución. Es detenido en Mallorca por
afrancesado. Niega serlo y se declara a favor de la independencia de España y
en contra de Bonaparte. Esto queda reflejado en la obra Memoria en defensa
de la Junta Central.
Juan Pablo Forner (1756-1799)
Fue un ilustrado
que como obras principales escribió Exequias, donde critica a Feijoo,
defiende el derecho y la literatura clásica. En Oración Apologética
alaba a España y sus logros con erudición.
Leandro Fernández de Moratín (1760-1828)
Leandro Fernández de Moratín en La derrota de los pedantes ataca la
falta de reglas de la poesía y libros que considera despreciable como Comentarios
a Góngora y los de seguidores del culteranismo.
También escribió relatos de viaje. En el Viaje a Italia, obra
póstuma, cuenta su experiencia, ciudades, teatro italiano, museos…
José María Blanco White (1775-1841)
Blanco White
escribió diarios y epistolarios entre los que destaca Letters from Spain.
En estas cartas critica la intolerancia y el atraso español. Como distinción
frente a otros ilustrados que habían criticado al clero, Blanco White criticó
al catolicismo.
Poesía
En la poesía de la primera mitad del siglo se sigue con la lírica barroca. El
ideal de Luzán que expone en su Poética triunfa a partir de mediados de
siglo en la que sus ideas sobre poesía se verás como el ideal estético,
equilibrado y correcto. A partir de mediados de siglo se impone la poesía
neoclásica a la barroca.
Fábulas: Samaniego (1745-1801) y de Iriarte (1750-1791)
Samaniego fue un escritor profundo conocedor del pensamiento ilustrado que
destacó por sus fábulas con moraleja y función didáctica. Estas son similares a
las de Esopo y suponen una vuelta al clasicismo. En Fábulas morales
ridiculiza los defectos humanos como la hipocresía o el orgullo. Fábulas suyas
son La cigarra y la hormiga y La lechera.
Iriarte fue un escritor neoclásico. En Fábulas literarias presenta
mayor variedad métrica. Trata temas como la conveniencia de estudiar a los
autores clásicos y de unir lo estético con lo útil.
Poesía anacreóntica
Esta poesía recibe este nombre por Anacreonte, poeta griego que destacó por
su poesía pastoril. La poesía anacreóntica son te tema amoroso, en ambientes
bucólicos, en los que la mujer y los placeres de la vida son exaltados.
Jovellanos (1744-1811) y Meléndez Valdés (1754-1817)
En el siglo XVIII, Meléndez Valdés fue el poeta por excelencia. Fue el protegido
de Jovellanos. Jovellanos escribió en La epístola primera una invitación
a los poetas de la época a abandonar la poesía amorosa y dedicarse a una
filosófica o moral. Jovellanos también escribió poesía sobre los temas
recurrentes de la Ilustración como los vicios de la clase alta. La poesía de
Meléndez Valdés fue poesía anacreóntica, filosófica y social en la que destacó
la sátira que critica los malos ejemplos de la sociedad. También se queja de la
nobleza hereditaria. Defiende una nobleza culta y dice que para ser culto
necesita viajar. Ejemplos de esta poesía son la epístola El filósofo en el
campo. Dio los primeros pasos en el prerromanticismo con la elegía moral A
Jovino el melancólico.
Teatro
Durante este siglo la mayoría del teatro que se escribía era teatro barroco
de magia. Era un teatro dramático histórico-heroico y según la visión
neoclásica con demasiados y estrambóticos personajes, enredos complicados,
excesivo uso de tramoya, paisajes lejanos…
En 1762 Nicolás Fernández de Moratín escribe Desengaño al teatro español,
obra en la que critica la comedia barroca por sus defectos morales y escasa
verosimilitud. Esto supone el inicio del neoclasicismo. El teatro popular o
barroco se siguió haciendo hasta finales del siglo.
En 1765 el ataque al barroco triunfa con la prohibición de los autos
sacramentales y comedias de tema religioso.
Esta etapa es una vuelta al teatro clásico de Aristóteles y sus tres
unidades. El argumento tenía que ser verosímil. Había que mantener la contención
imaginativa, suprimiendo todo lo que podría considerarse exagerado y
relacionado con el teatro barroco. Tenía finalidad educativa. La tragedia se
considera el género más didáctico. Al principio este teatro no llegaba al
público. El teatro se escribió en prosa para que fuera de comprensión más
sencilla.
Ramón de la Cruz (1731-1794)
Se hizo famosos por su extensa composición de sainetes, provenientes del
entremés barroco. Los sainetes siguieron gustando al público. Criticó la moda
neoclásica y ridiculizó a L. Moratín e Iriarte.
García de la Huerta (1734-1787)
Casi único autor con éxito en la tragedia con obras como Raquel. En
sus obras continua con la división en tres actos propia del barroco aunque
escribe en versos endecasílabos, populares en el neoclasicismo. Tuvo graves
enfrentamientos con otros autores de su época como Leandro de Moratín. L.
Moratín escribió La Huerteida, obra en la que satiriza la imagen de
García de la Huerta.
Ignacio López de Ayala (1747/50 – 1789)
Ayala ya se ve claramente vinculado con el neoclasicismo en su Numancia
destruida, tragedia escrita en 5 actos y versos endecasílabos.
Tomás de Iriarte (1750-1791)
Iriarte fue de los primeros en escribir teatro ilustrado, 1770. Sus
comedias fueron fuente de inspiración para Leandro Fernández de Moratín.
Leandro Fernández de Moratín (1760-1828)
Moratín escribió un teatro ilustrado que seguía las reglas del teatro
clásico. Su producción son todo comedias puesto que entiende que es el género mediante el
cual mejor podía expresar sus críticas morales y didácticas. El tema más
recurrente del teatro de Moratín es en el que un hombre mayor se casa con una
jovencita, El sí de las niñas. Otra obra importante fue La comedianueva en la que satiriza el teatro barroco por su tono melodramático y el
exceso de efectos escénicos. Se piensa que don Eleuterio pudo ser Luciano
Francisco Comella y que la obra sea una burla.
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